China ha cambiado mucho desde la caída del modelo comunista de Mao Tse Tung en la década del 80, pero mantiene en su cultura la vocación de ser la primera en todo, y a corto plazo. Esto no debería ser novedad, si consideramos que durante 20 siglos esta nación fue potencia comercial y económica, superando a muchos de los países de Occidente que ahora se asombran ante el avance del gigante de Asia.
Por eso también no debería sorprender que este país, cuyo motor del crecimiento se mantiene cerca del 8 por ciento anual desde hace décadas, sea ahora también el primer emisor de turistas desde 2011.
En efecto, en 2016 unos 131 millones chinos hicieron turismo en el mundo. A un ritmo de crecimiento de 20 % anual, se espera que entre 2017 y 2020 sean unos 1,000 millones los turistas que viajen fuera de China.
Estos viajeros demandan cada vez más servicios, más transporte, más hoteles y gastronomía, generando a su vez nuevos retos para toda la cadena de la industria del turismo que quiera capturar parte de este conjunto de ciudadanos chinos deseosos de vivir nuevas experiencias fuera su país.
Cambios en el mercado chino
Para entender en parte como ha cambiado en China el negocio del turismo, es importante saber acerca de los cambios del mercado emisor chino. Este sector creció un 9 por ciento anual entre 2008-2016.
En 2016 China generó casi el 10 por ciento del número total de turistas internacionales de todo el mundo. Los datos estadísticos no hacen más que confirmar que el desarrollo del turismo es una tendencia creciente e imparable en este país oriental.
Según el Ministerio de Comercio de China, el turismo emisor gastó el 4 por ciento de los 31 trillones de yuanes que constituyen el consumo total de la nación en productos básicos.
Los cambios más importantes que se han dado en este país tienen que ver con las ventas y distribución de productos turísticos. Las 20 compañías más grandes ocupan hoy más del 46 por ciento del negocio de viajes, incluyendo tanto al emisor doméstico como al internacional.
Una tendencia a observar tiene que ver con que la industria turística en China está siendo repartida entre pocos grandes grupos. A las pequeñas empresas le queda integrarse de algún modo a los grandes grupos, cuyo crecimiento se explica por las grandes inversiones y cifras de ventas en internet.
La competencia en este mercado pasa a ser competencia entre sistemas, en escala y volumen de negocios y en conexiones de plataformas para uso de los colaboradores.
La segmentación
En medio de estos cambios, conviene prestar atención a la composición de esta oferta de turistas que vienen desde China, lo que nos permitirá conocer mejor sus necesidades. Sin embargo es bueno aclarar que, más allá de las cifras, lo que nos dará una mayor empatía con el visitante de China es aprender de su cultura, sus modales, su forma de aproximarse a las personas y su modo, a veces silencioso, de comunicar.
Los jóvenes son los que más viajan al extranjero: los nacidos luego de 1980 representan el 44.89 % de los turistas, según datos de 2015.
En cuanto al sexo, las mujeres son el 58,50 % y los hombres el 41,50%. Si nos fijamos en los estudios, es notable la prevalencia de personas que tienen un título de grado universitario: son el 73,65 %. Mientras que los que están cursando estudios de grado superior, suman un 12,57 % y los que tienen un máster ocupan el 12,57 % de los viajeros.
Otro dato a tener en cuenta es que la gran mayoría de los chinos que viajan al exterior proceden de ciudades.
En definitiva, la tendencia que marcan los últimos años es muy clara en China. Viajar al exterior se ha vuelto una actividad al alcance de una parte de la población china, sobre todo de la creciente clase media. Pero además, viajar ya forma parte del estilo de vida de los chinos, constituyendo una manera de gastar los ahorros que se vuelve cada día más popular en este país.